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martes, noviembre 07, 2006

Sevilla Maravilla

Si dan un repaso a la clasificación de Primera comprobarán que entre el líder, el Sevilla, y el quinto clasificado, el Valencia, sólo hay cuatro puntos de diferencia. Bendita igualdad. Y digo bendita, porque la vigente Liga tiene pinta, por fin, de ser emocionante y excitante para el aficionado. Y ya era hora. Desde que en la campaña 2002-2003, el Madrid del mejor Ronaldo que se recuerda en la casa blanca le birlara el título de Liga a la otrora magnífica Real Sociedad en la última jornada, nuestro campeonato ha estado marcado las tres últimas temporadas por la insipidez. Ni sal ni pimienta.
En la 2003-2004, el gol de Galleti que le dio el título al Zaragoza en la final de la Copa del Rey ante el Madrid supuso el principio del fin de la era galáctica y el consiguiente paseo del Valencia en el último tercio del campeonato doméstico ya que se hizo con el título con más facilidad de la esperada. Y en las temporadas 2004/2005 y 2005/2006, un monólogo culé, dos Ligas consecutivas para el conjunto de Rijkaard con pequeños arrebatos de orgullo del Madrid, pero que se quedaron en eso, en pequeños arrebatos que en ningún momento supusieron peligro alguno para que el Barça dejara de alzarse con ambos campeonatos.
Así que bienvenida sea la Liga 2006/2007. El Sevilla, mejor equipo del mundo en estos momentos según la IFFHS, lidera la competición y le ha quitado esa posición de privilegio al actual campeón de Europa, el Barcelona. Y no es casualidad, ni flor de un día. La verdad es que el conjunto de Juande Ramos es, de largo, el que mejor fútbol practica desde hace un año. La necesidad (económica, sobretodo) con la que estaban hace cinco años en la Segunda División les hizo mirar a la cantera y al mercado internacional anónimo. El presidente Del Nido encargó a Monchi y a Pablo Blanco la dirección deportiva y le dieron a Caparrós el mando en el terreno de juego. ¿El resultado? Más de 400 chavales en España controlados por el club hispalense y un ojo de halcón para traer jugadores extranjeros desconocidos, pero de una enorme calidad. Y sinó, repasen: Reyes, Sergio Ramos, Jesús Navas, Puerta, Martí, Diego Capel, Kepa, Jesuli, Antoñito, Baptista, Daniel Alves, Adriano, Kanoute, Renato, Maresca, Poulsen, Hinkel, Chevanton... Menudos jugadorazos. Y todos los españoles procedentes de la cantera hispalense y todos los extranjeros fichados a precio de saldo. Y Caparrós se fue y vino Juande Ramos y èste ha sabido aprovechar la suite que le otorgaron en Nervión y le ha sacado todo el partido posible. Eso es saber dirigir un club en todas sus parcelas: deportiva y económicamente.
Lógicamente, la recompensa llega: ascenso a Primera, clasificación para competiciones europeas, una UEFA con un baño espectacular en la final al Middlesbrough, una Supercopa de Europa con otro recital delicatessen ante el Barça y, desde el pasado domingo, el liderato de la Liga. Y parece que lo mejor está por llegar. Se ve que ellos han entendido la filosofía de que el éxito sólo está antes que el trabajo en el diccionario. Sevilla Maravilla.