Samuel Eto'o y su narcisismo
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Siempre he mantenido la opinión de que cuando al Barça le vengan mal dadas, el primero en sacar los pies del tiesto iba a ser Samuel Eto'o y la última irresponsabilidad cometida ayer por el africano me reafirma aún más en mi idea. El pichichi de la pasada Liga se ha pasado cuatro meses y medio alejado de los terrenos de juego y regresa más narcisista que nunca. Por si aún no lo sabe, el Barça es líder del campeonato con tres puntos de ventaja sobre el Sevilla y cinco sobre el Madrid; está en los octavos de final de la Champions y, aunque con pie medio fuera de la Copa, aún sigue vivo en el torneo del KO. Todo esto lo ha logrado el conjunto de Rijkaard sin Samuel (el único pero es el espantoso ridículo que hizo el Barça en el Mundialito, pero eso, ni el mismo Eto´o lo hubiese arreglado).
Por lo tanto, el camerunés debería mostrar más respeto por los compañeros que han llevado a estas alturas de temporada al Barcelona a la posición en la que está y dejarse de mirar el ombligo. Si su técnico le tiene calentando toda la segunda parte y decide llamarlo para salir al campo en el 83', lo acatas y te dejas la piel en los siete minutos que te da y, sino, te quedas en tu casa y te ves el partido en tu salón con un bol de palomitas. A Samuel Eto'o se le olvida en demasiadas ocasiones que es lo que es en estos momentos gracias al Barça, que, por cierto, le paga un sueldo astronómico.
Eto'o es un jóven consentido, mimado y rebelde que lleva tres años triunfando en el Barça, pero, que como dije al principio, cuando el Barça tenga que nadar contracorriente, será el primero en desentonar en el grupo. Por mucho que él lo niegue, la envidia que le tiene a Ronaldinho le corroe por dentro un día sí y otro también. Ver in situ con sus propios ojitos como el Camp Nou se rendía una vez más a la magia del brasileño mientras él calentaba la banda durante todo el segundo tiempo le ha dejado una vez más en evidencia ante el fútbol español.
Lo de este chico es para comenzar a pensárselo y el primero en hacerlo ha sido su propio técnico. Rijkaard siempre ha lavado los trapos sucios dentro del vestuario, pero, en esta ocasión, parece haberse cansado ya de las rabietas de un jugador endiosado, creído y petulante, que mira antes el éxito personal que el colectivo. Eto'o, el Barça está muy por encima de tu narcisismo. Dedícate a entrenar y a cumplir las órdenes de tu entrenador y deja de una puñetera vez tu desmesurado ego de un lado. A tí y al Barça os irá mejor.
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