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martes, mayo 29, 2007

Renovarse... o Morir

180 minutos restan para que la Liga 2006/07 cierre el telón y corone al campeón. Pero, visto lo visto, pueden ser los 180 minutos más largos de su historia, o los más cortos, según el cristal de la gafa con el que se mire. A estas altura de campeonato, ningún mortal hubiese apostado a que el Real Madrid de Fabio Capello sería el líder y el máximo favorito para ganar el título, ya que según muchos medios y aficionados, sobre todo pertenecientes a la Comunidad Autónoma de Cataluña, han tachado al club blanco del peor de toda su historia y, mira que tiene, 105 años, nada más y nada menos. Entonces, ocurre que el peor Madrid de su centenaria existencia está a sólo dos partidos de ganar su trigésimo campeonato de Liga y ocurre que el mejor Barcelona de toda su historia, que también es amplia, 108 años, podría perder el sexto título de los siete a los que aspiraba esta temporada. Sí, siete, y lo recalco, porque hay muchos aficionados que a toro pasado minusvaloran ciertos trofeos, y fue el propio presidente del club del que son seguidores quien dijo en Monaco en agosto pasado, mientras se vanagloriaba del éxito de su equipo y de sus jugadores, que esta temporada iban a ganar los siete títulos que iban a disputar, a saber: Supercopa de España, Supercopa de Europa, Mundialito de Clubes, Copa de Catalunya (que conste que no estoy de acuerdo con que esta competición sea un título, pero lo comento, porque así lo dijo en su día el señor Laporta), Liga, Copa del Rey y Copa de Europa. De momento sólo han ganado una, la Supercopa de España, y han perdido cinco, a falta del final de la Liga, en el que a día de hoy son segundos.

Antes de continuar, una puntualización, por si hay alguien despistado: La Copa de Catalunya que perdieron en septiembre, es la edición de 2005/06, que se retrasó al inicio de la temporada 2006/07, debido a la falta de fechas, por lo que ahora en junio, disputan la Copa de Catalunya de 2006/07. Lo digo, porque muchos utilizarán este trofeo según le baile el agua: es decir, si vencen, dirán que un título más; si vuelven a perder, dirán que el Barça ha perdido dos veces en la misma temporada el mismo trofeo. Como ya he señalado antes, ni una cosa, ni otra. A mi entender, esta pantomima de competición tiene igual o menos valor que el Teresa Herrera, el Carranza o el Trofeo Naranja. Extrapolar a título oficial una competición de carácter autónomico es un sinsentido. La Copa de Catalunya tiene que tener la importancia que se merece y, en este caso, desde mi punto de vista, no debería significar nada más que el orgullo personal de vencer a eternos rivales, ni más, ni menos. De ahí, a lo que quieran vender los nacionalistas de turno, que con su pan se lo coman.

Bien, planteado este final de Liga, las casas de apuestan están de enhorabuena. Porque aunque el líder y favorito sea el Madrid, el Barça tiene dos partidos mucho más fáciles, a priori, que los blancos, y, además, no hay que olvidar al Sevilla, que parece la Cenicienta, pero puede dar más de un susto si los dos de arriba se confían. No recuerdo un final de Liga tan emocionante y ajustado. Bonito para el espectador neutral, de locos para los hinchas de algunos de estos tres clubes. Una mina de oro para los cardiólogos.


Pero pase lo que pase en este final de Liga y gane quien gane ninguno de los dos grandes de España deberían confundirse por el resultado final. El Madrid, debe acabar definitivamente con la limpieza del vestuario que lleva postergando durante varias temporadas, hacer un equipo alrededor de dos o tres cracks en boga, junto a mayoría de jugadores de la llamada clase media-alta, y quitarse de una puñetera vez el san benito de galácticos que tanto daño le ha hecho. Esto, junto a una presidencia comedida y sensata y un entrenador de futuro y de buen gusto por el fútbol, deben ser los pilares del nuevo Madrid.

Mientras, si cruzamos el puente aéreo, bien harían los ex campeones de Europa en dejar de mirarse el ombligo y exterminar ciertos pesticidas que se han colado en ese vestuario de vanidades. Los paralelismos con el Madrid de Florentino son cada día más latentes, y quien piense que la próxima temporada todo va a ser distinto por lo que no es necesaria ninguna revolución dramática en Can Barça, se volverá a equivocar. Los jugadores, como los equipos, cumplen ciclos, por muy buenos que sean. Con ejemplos muy próximos no es necesario irnos al panorama internacional: el Dream Team, La Quinta del Buitre, El Superdepor, el Valencia de Benítez, el Madrid de los Galácticos y, actualmente, el Barça del Jogo Bonito. Ejemplo los tiene de sobra Laporta y Beguiristain para renovarse antes de que el ego de más de uno continúe haciendo y deshaciendo a su antojo por la Ciudad Condal, con la permisividad del club, mientras pasean ridículo tras ridículo por los campos nacionales y foráneos. En su mano tiene el Barça el acierto de ser el primer equipo en no hacer la vista gorda al final de un ciclo, y ponerle solución antes de que sea peor. No hace mucho tiempo, en la época de Gaspart, eran el hazmereir de España: como lo ha sido hace menos el Madrid de la época final de Florentino. La consecuencias son de sobra conocidas. No tienen excusas. Renovarse... o morir. Avisados están.

2 Comments:

  • At miércoles, mayo 30, 2007 11:47:00 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Imposible llegar mucho más allá del segundo párrafo. He sufrido un ataque agudo de forofismo merengón...

     
  • At miércoles, mayo 30, 2007 2:10:00 p. m., Anonymous Anónimo said…

    freeeeeeessssco el temita.Me parece que has sido un poco flojito con el barca. Además, comparar el autodenominado Dream Team (que ganaba las ligas en el último partido) con etapas como las de la quinta del Buitre (en el que los últimos 5 partidos eran con pasillo del rival) o lo del Valencia, que estuvo también de cojones y llegó a 2 finales champion en 3 años....
    mientras tanto, un abrazo fuerte shavalote

     

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