Nadal y Alonso, la humildad y la prepotencia
La coincidencia de Rafa Nadal y de Fernando Alonso, es decir, de la final de Roland Garros y del Gran Premio de Formula 1 de Canadá ayer domingo me ha llenado de gozo, y me explico. España entera pudo comprobar la manera tan distinta de cómo pueden ser y comportarse dos grandes de la historia del deporte español y mundial. Mientras el manacorí se alzaba con su tercera Copa de los Mosqueteros consecutiva igualando al mítico Bjon Borg y entrando en la leyenda del tenis, el asturiano vio como perdió el liderato del Mundial de Automovilismo en favor de su compañero de equipo y debutante Lewis Hamilton.
Bien, situaciones como las de ayer, con la lógica en la mano, darían pie a que Rafa Nadal saliera exultante a decir que está haciendo historia, que es el mejor en tierra batida y que tiene tenis en sus brazos para ganar cinco Internacionales de Francia más. Pero no. El imberbe crack asume el triunfo como uno más de su carrera deportiva, se muestra humilde y tranquilo en sus declaraciones, ya piensa en hacer un buen papel en Wimbledon y felicita a su contrincante, a Roger Federer, porque para el tricampeón de Roland Garros, continúa siendo el mejor del mundo, pese a derrotarle una vez más.
Por otro lado, tras la carrera de Canadá, Alonso tenía razones de sobra para felicitar a Hamilton por su primer triunfo en la Formula 1, por el liderato y por su gran carrera; pero no sólo eso, tenía razones de sobra para hacer autocrítica y reconocer que se había “comido” la misma curva cinco veces y que no había hecho una buena carrera. Bien, como sabrán, de eso, nada de nada. El asturiano comentó que la carrera había sido una lotería y que a él no le toco esta vez, que había quedado séptimo por mala suerte y de felicitar al inglés, ni mu. Triste, muy triste, de verdad. La prepotencia y soberbia con la que anda este deportista español por el mundo me tiene asombrado. No he visto cosa igual. Si en este país hay casi tantos antialonsos como proalonsos es porque este chico se lo gana a pulso. El día que salga a una rueda de prensa o a una entrevista y reconozca que ha cometido algún error lloverá hacia arriba. El bicampeón del mundo de Formula 1 tiene un diccionario en su casa en el que la palabra humildad no existe y parece que se lo ha aprendido al dedillo. Alonso, es español, y está dando éxitos y renombre a este país, pero una buena cura de humildad, como, por ejemplo, que Hamilton le birlara el campeonato, le estaría bien empleado. No se puede ir por el mundo perdonando la vida y mirando por encima del hombro.
Ahora entendéis porque ayer era un hombre feliz. España entera pudo ver y comprobar como se puede ser un grande del deporte y no parecerlo y como ser un grande del deporte y creerte por encima del bien y del mal. Sinceramente, para mí, no hay color: me quedo con el gran Rafa, como deportista y como persona. ¡Enhorabuena chaval!
1 Comments:
At martes, junio 12, 2007 6:15:00 p. m.,
Anónimo said…
Tb opino lo mismo, pero una salvedad. Hamilton es igual de prepotente o más q Alonso. Y sin ganar nada!Ha llegado y debutado a uno de los mejores equipos de F1, Alonso ha puesto el coche a punto, ya q no estaba la temporada pasada, y él solo disfruta con el trabajo "sucio" de Alonso de reglajes y demás. Me gustaría ver a Hamilton en un Minardi a ver si hacía lo mismo q ahora. Alonso con esa oportunidad tb sería el mejor debutante. Tenía q tener un poco más de respeto a un bicampeón del mundo. Como podéis comprobar no soporto a Hamilton. A parte de todo lo dicho, tb creo q Alonso es prepotente y chulo, pero ha demostrado porqué puede serlo, aunq seguiría el ejemplo de Nadal, claro está. Un abrazo Rubén.
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