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lunes, junio 11, 2007

La Liga del último minuto y acerca de la "suerte" del Madrid

La Liga del último minuto. Así va a quedar en la historia el campeonato nacional de Liga de la temporada 2006/2007. Porque a decir verdad, los partidos claves de esta temporada en el torneo doméstico se han decidido con goles decisivos en los instantes finales de los mismos.
Si primero fue el Barça el que salvaba los partidos con goles agónicos como el de Messi ante el Madrid en el Nou Camp, o el del Mallorca en propia puerta también en su feudo, en el último tramo de Liga esta suerte se le ha vuelto esquiva y ha visto como Betis, primero y Espanyol, después, le han birlado cuatro puntos en el último suspiro. Y luego está el Madrid, caso a estudiar por un brujo o algo parecido. Ha ganado dos partidos en el último minuto, con remontadas heroicas incluidas, a Espanyol y Recreativo, y ha empatado in extremis en Zaragoza, con el significado que ese punto ha tenido y tiene.
Contado esto, conclusiones varias. La primera que quería destacar es que los partidos duran noventa minutos más el descuento y que es tan legítimo marcar en el minuto 20 como en el 90. Es cierto también que hay un componente de suerte en ello, y más aún, como en el caso del Madrid, lo ha hecho en tres ocasiones, pero lo que está claro es que no es casualidad y la suerte hay que buscarla. Resulta que Rijkaard lleva los últimos partidos en los que se dedica a sustituir a los cracks como Messi, Ronaldinho y compañía por segadores de piernas y tuercebotas tales como Motta, Edmilson y demás… y claro, pasa lo que pasa: el que es cagoncete, al final lo acaba pagando. Y resulta que Capello, debido a las exigencias del marcador, lleva unas cuantas segundas partes sacando a todo lo que tiene arriba, y echando el resto para salir del campo con los tres puntos. Y ahí tienen los resultados de ambos equipos y su posición en la tabla. Así que no vale maldecir la suerte a toro pasado. Hay que ser más autocrítico y objetivo.
Bien, más cosas: La Liga (aún) no la ha ganado el Madrid por lo que la euforia y la alegría para los aficionados. Los jugadores, los técnicos y la presidencia deben mantener la calma, respetar al Mallorca y salir a morder desde el segundo 1 hasta el minuto 90 el próximo domingo en el Bernabéu. Imperdonable sería dejar escapar la Liga en tu feudo, en la última jornada, con 90.000 personas a tu favor, después de todo lo que han sufrido y contra un conjunto que no se juega nada (bueno sí, la prima que le va a untar Laporta desde Barcelona).
Ahora que menciono a Laporta quería dedicarle unas líneas: el presidente del Barça se ha pegado una derrapada de tres pares de narices esta temporada, asegurando que ganarían los siete títulos que iban a disputar. Ya saben de sobra lo que ha pasado, no me ensañaré más, por lo que no me extraña la sonrisa de tonto que se le quedó en el palco el sábado cuando empataron en apenas 20 segundos el Madrid en Zaragoza y el Espanyol en Barcelona. Ahora, toca dar la cara y reconocer los errores, pero siendo tal sujeto el presidente, dudo mucho que lo haga.
Más cosas acerca de la susodicha suerte del Madrid: ya que se habla tanto en Barcelona de ello, habría que recordarles que el Dream Team de Cruyff ganó tres Ligas de rebote en la última jornada y de aquellas maneras que todos sabemos (porteros comprados, árbitros comprados, equipos comprados); así que ahora clamar al cielo porque estén viviendo en sus carnes lo que ellos disfrutaron hace más de una década roza lo vergonzoso. Como he comentado antes, primero deberían de hacer autocrítica, analizar los numerosos ridículos de esta temporada y, ya que están, preguntarle a Ronaldinho, ya que ni siquiera estuvo el sábado en el Nou Camp, si por lo menos tuvo la decencia de ver el partido por la tele, o estaba, para variar, de fiesta.
Y una última para acabar: llevan toda la temporada diciendo que estamos ante el mejor Barça de toda su historia y el peor Madrid de la suya. Bien, pues aún así, y si el Mallorca no lo remedia este domingo, el que acabará en blanco será el Barça y el campeón de Liga el Madrid. Como dice un gran madridista que conozco: ¡Fresco el temita!

Nadal y Alonso, la humildad y la prepotencia

La coincidencia de Rafa Nadal y de Fernando Alonso, es decir, de la final de Roland Garros y del Gran Premio de Formula 1 de Canadá ayer domingo me ha llenado de gozo, y me explico. España entera pudo comprobar la manera tan distinta de cómo pueden ser y comportarse dos grandes de la historia del deporte español y mundial. Mientras el manacorí se alzaba con su tercera Copa de los Mosqueteros consecutiva igualando al mítico Bjon Borg y entrando en la leyenda del tenis, el asturiano vio como perdió el liderato del Mundial de Automovilismo en favor de su compañero de equipo y debutante Lewis Hamilton.

Bien, situaciones como las de ayer, con la lógica en la mano, darían pie a que Rafa Nadal saliera exultante a decir que está haciendo historia, que es el mejor en tierra batida y que tiene tenis en sus brazos para ganar cinco Internacionales de Francia más. Pero no. El imberbe crack asume el triunfo como uno más de su carrera deportiva, se muestra humilde y tranquilo en sus declaraciones, ya piensa en hacer un buen papel en Wimbledon y felicita a su contrincante, a Roger Federer, porque para el tricampeón de Roland Garros, continúa siendo el mejor del mundo, pese a derrotarle una vez más.
Por otro lado, tras la carrera de Canadá, Alonso tenía razones de sobra para felicitar a Hamilton por su primer triunfo en la Formula 1, por el liderato y por su gran carrera; pero no sólo eso, tenía razones de sobra para hacer autocrítica y reconocer que se había “comido” la misma curva cinco veces y que no había hecho una buena carrera. Bien, como sabrán, de eso, nada de nada. El asturiano comentó que la carrera había sido una lotería y que a él no le toco esta vez, que había quedado séptimo por mala suerte y de felicitar al inglés, ni mu. Triste, muy triste, de verdad. La prepotencia y soberbia con la que anda este deportista español por el mundo me tiene asombrado. No he visto cosa igual. Si en este país hay casi tantos antialonsos como proalonsos es porque este chico se lo gana a pulso. El día que salga a una rueda de prensa o a una entrevista y reconozca que ha cometido algún error lloverá hacia arriba. El bicampeón del mundo de Formula 1 tiene un diccionario en su casa en el que la palabra humildad no existe y parece que se lo ha aprendido al dedillo. Alonso, es español, y está dando éxitos y renombre a este país, pero una buena cura de humildad, como, por ejemplo, que Hamilton le birlara el campeonato, le estaría bien empleado. No se puede ir por el mundo perdonando la vida y mirando por encima del hombro.
Ahora entendéis porque ayer era un hombre feliz. España entera pudo ver y comprobar como se puede ser un grande del deporte y no parecerlo y como ser un grande del deporte y creerte por encima del bien y del mal. Sinceramente, para mí, no hay color: me quedo con el gran Rafa, como deportista y como persona. ¡Enhorabuena chaval!